La banda sonora es una pieza fundamental de cualquier producción audiovisual. En las producciones de imagen real, el equipo de sonido capta los sonidos que se producen al interactuar con el entorno: puertas, sonido ambiente, conversaciones. Pero cuando trabajamos con animaciones, no se cuenta a priori con ningún sonido. Para conseguir que la animación resulte creíble y que el espectador la viva como si fuera real, hay que trabajar muy bien la banda sonora. Se pueden encontrar infinidad de librerías de efectos sonoros, como las que se usaban en las antiguas radionovelas, con pasos, sonidos de puertas, sonidos ambiente, risas, llantos, aplausos, y todo lo que podáis imaginar para que una imagen se deje sentir.

El trabajo de ajustar los sonidos con la imagen así como de conseguir la riqueza sonora exacta es muy complejo y, pese a lo que podría pensarse, no es una tarea que se deje para el final. Desde hace algunas semanas estoy trabajando en la animática de Roberto. La animática es una especie de boceto de la película, y el resultado más importante que se obtiene durante la fase de preproducción.

Una vez hemos escrito el guión y lo hemos desglosado en escenas con la mayor precisión descriptiva posible, el siguiente paso es realizar el Story Board, una especie de cómic que te permite definir visualmente la historia y ver si funciona. Cuando al fin el Story te convence se empieza a trabajar la animática, en la que se montan las imágenes estáticas del Story Board como si fuera la película, respetando los tiempos de duración de cada escena e incluyendo todos los elementos que aparecerán en la producción final: los créditos, el sonido y la música. A partir de ahí hay que trabajar mucho para ajustar los tiempos de las acciones, comprobar que se entiende la historia, cambiar planos o escenas, introducir nuevos donde falta historia, etc. El objetivo de este gran trabajo es que cuando pases a la fase de producción, tengas clarinete lo que necesitas dibujar o modelar. Todo el trabajo que hayas hecho en la preproducción te lo ahorrarás en la producción, y además contarás con la garantía de que tu historia funciona, se entiende y emociona.

Pues en esas estoy, y en este punto del trabajo ha entrado en escena irremediablemente la música. Roberto pretende emocionar y por tanto necesita crear una atmósfera especial que implique al espectador con la historia y con el personaje. Sólo así funcionará. Y para ello, la música juega un papel imprescindible.

La verdad es que mientras trabajaba con el guión y con el story no tenía ni idea del tipo de música que encajaría con Roberto, así que aparqué este tema hasta llegar a la animática. Pensé que cuando viera el montaje, podría escuchar diferentes canciones y empezar a vislumbrar el tipo de música que necesitaría. Aunque aún falta mucho que trabajar con la animática, tengo muy claro cómo comienza Roberto, y esa certeza me ha permitido avanzar muchísimo con la música.

Gracias a las redes sociales, un día cayó en mis manos este precioso corto:

La música me encantó, así que investigué la web del autor de la canción. Bingo!! Uno de los temas es sencillamente perfecto para el comienzo de Roberto.

Sin perder un segundo, escribí al padre de esta preciosa música para ponerle al corriente de lo que me traigo entre manos, y pedirle su colaboración. Jerome de Message To Bears me contestó en seguida y me dio el SÍ QUIERO :). Gracias a este encuentro fortuito, tengo ya uno de los temas para mi banda sonora, y algo más… El estilo de la música de Jerome encaja tan bien con la historia que cuenta Roberto que ha cambiado mi forma de mirarla. La idea inicial de utilizar música más sombría para las partes en que Roberto nos muestra su cruda realidad se ha esfumado, y ahora creo que una música sensible y cálida que contraste con la realidad más esperpéntica será el leit motiv del corto.

Y como veréis en próximos posts, nuevas respuestas han aparecido ahora sobre cómo sonará Roberto…

Mil gracias a Jerome de Message To Bears por su gran aportación y entusiasmo en el projecto.

[TO BE CONTINUED...]