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Espero sepan perdonar un empiece un tanto escatológico, pero es que esta mañana me he levantado con una gastroenteritis de aúpa. Tres cuartos de hora con sudores fríos y visitas continuas al baño, y la presión máxima de tener que estar en la Escuela a las 10 como un clavo. En las condiciones que fuera y caiga quien caiga. Y es que los lunes en Pepe School Land son sagrados. Los lunes hay entrega, y no vale ponerse malo, estrellarse con la bici o ser abducido por un extraterrestre. A las 10 en punto tu archivo tiene que estar en el ordenador de Dani, aunque tú no estés.

En la entrevista previa a matricularte en el MAN, Dani te lo repite varias veces. En la presentación lo vuelve a repetir. En el día previo a la primera entrega lo tripite y desarrolla. Y cuando hablas con ex-alumnos, entonces es cuando comprendes que todo lo que ha repetido Dani no sólo es cierto, si no que es peor de lo que pensaste. El “feedback” de los lunes es el motor del curso, lo que consigue que interiorices las enseñanzas de la semana, el estímulo que te obliga a currar cada tarde y el fin de semana, la oportunidad de ver otras formas de solucionar el reto planteado, y el horror de ver tus errores (proyectados en una pantalla gigante) delante de toda la clase. A saber: el estímulo y el terror de PSL.

Hoy ha sido nuestra primera entrega y feedback con Dani. Te pones nervioso. Mucho. Has oído demasiadas historias de terror al respecto. Estás orgulloso de tu trabajo, pero sabes que es seguro que se le pueden sacar fallos. Y a esto unamos que históricamente he tenido bastantes problemas para encajar las críticas. Voy aprendiendo a hacerlo, pero lo cierto es que me tomo el trabajo como algo personal, y los resultados como hijos paridos con amor y dolor.

En el instituto tuve una profesora de mates bastante estricta, que una vez dijo algo que nunca olvidaré: “A unos padres les puedes decir que su hijo es un vago, que no se esfuerza, que es apático,… pero nunca que es tonto”. Aquí es igual. El gran miedo que tenemos es no valer para esto, y cuanto más trabajo hayamos dejado en la entrega, más nos duele la crítica, porque eso es lo mejor que sabemos hacerlo… y tiene fallos. En una de las charlas sobre las entregas, Dani dijo algo que no por ser obvio es menos valioso: estamos aquí para aprender, y si supiéramos hacerlo perfecto ya, ¿para qué íbamos a matricularnos en este curso?. Pero, amigos, el proceso estará lleno de sangre, sudor y lágrimas.

Dicho esto, y como diría un buen amigo mío… no es para taaaaaaaaaanto. Supongo que por ser la primera vez, Dani se ha comedido un poco. Aún estamos verdes y tiernos, y es seguro que su corazoncito se ha apiadado de nosotros. Teniendo en cuenta el nivel que cada uno traíamos de casa, el veredicto ha sido favorable en todos los casos y el nivel de calidad, en general, le ha parecido adecuado para una entrega… reto conseguido!! :)

Ya veremos cómo se ponen los lunes a medida que avanza el curso y se espere más de nosotros.

[TO BE CONTINUED...]